Sara Nicolás, jefa de Asuntos Exteriores de Goggo Network, explica que todo el proceso es “igual al que una entrega tradicional” con un repartidor en bicicleta o en moto. “La única diferencia es que no sube escaleras”, reconoce Nicolás.
Una flota de cinco aparatos trabajará con Dia y Telepizza entregando pedidos a cinco kilómetros por hora en la localidad madrileña de Alcobendas. Circularán por las aceras, pero un operador cruzará los pasos de cebra en remoto
Con este lanzamiento, Zaragoza se sitúa como ciudad líder en innovación y movilidad autónoma en España y en Europa.
A partir de hoy, los residentes de Alcobendas podrán llevarse una sorpresa al hacer la compra por medio de una aplicación o una página web. “¡Enhorabuena! Tu pedido va a ser entregado por nuestro robot Pilar. Pulsa aquí para saber más”, así será el mensaje de confirmación que algunos de los clientes de la red de supermercados Dia recibirán tras confirmar su orden. En lugar de los repartidores tradicionales, los usuarios cogerán las bolsas desde dentro de un robot de apariencia dócil, que camina en cuatro ruedas por las aceras como si fuera un peatón más a una velocidad de cinco kilómetros por hora.
LA EMPRESA DE MOVILIDAD GOGGO NETWORK
Es la responsable por la operación, desarrolló el pasado julio en Zaragoza un proyecto piloto para mapear las calles. Pero en la ciudad madrileña de Alcobendas ese proceso ya ha concluido y el Consistorio ha dado luz verde para poner los robots en marcha tras la aprobación de los tests de seguridad. Se convierte así en la primera localidad española, y una de las primeras de Europa, en contar con repartidores robóticos.
Su visión como empresa es innovar y proporcionar soluciones de movilidad autónoma, eléctrica y compartida tanto para personas como para mercancías, a través de la creación de Redes de Movilidad Autónoma (AMNs).
¿Cómo funcionan los Goggo Network?
Los pedidos se realizan directamente a través de las apps o sitios webs. Cuando hay la confirmación, el robot se dirige a la tienda física dónde el personal abre la caja por medio de un código y deposita el pedido. Luego, este autómata 100% eléctrico, que pesa unos 50 kilos, se dirige a la dirección de la entrega.
Está equipado con cámaras y sensores internos y externos que permiten reconocer el entorno en tiempo real, visualizar en 360 grados para detectar peatones, animales o bicicletas, entre otros obstáculos. También tiene que respetar las normas de movilidad. Si en la ruta hay un paso de cebra, por ejemplo, el robot envía una alerta a la central, dónde un operador de Goggo toma el mando, mira para los dos lados a través de las cámaras y realiza el cruce. Cada uno tiene la capacidad de trabajar durante 5, 8 o 12 horas, dependiendo del modelo. Y antes de que su batería se agote, el robot se marcha hasta la central de la empresa que se encuentra el Alcobendas para reponer energía antes de seguir con su labor.
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